miércoles, junio 17, 2009

Ruinas

Los arcos dolientes
se estremecen
en rombos, rimas, rúgulas.

No cumplen su objeto
de leves sostenimientos.

Fracturados, el aire circular
se rasga al contacto
de los elementos:

Arena en los ojos,
sílice en las venas,
madera en los dientes.

Fracturados los arcos
el paso a la dimensión
se transforma a saltos
de piedra, metal y yeso.

Los arcos dolientes
desesperan de sus raíces;

ruedan en su
fantasma de
círculo.

2 comentarios:

Guillermo Álvarez de Toledo Pineda dijo...

Me gusta esta poesía.

Guillermo Álvarez de Toledo Pineda dijo...

Te he respondido , por no saber tu dirección de correo electrónico , mediante un comentario a tu comentario en mi blog. De nuevo gracias y un saludo